La niacina, un nutriente esencial que pertenece al grupo de la vitamina B3, juega un papel crucial en el crecimiento, desarrollo y salud general de los niños. Desde apoyar el metabolismo energético hasta promover la salud neurológica y de la piel, la importancia de la niacina en los primeros años de vida no puede subestimarse. Además, la evidencia emergente sugiere que la niacina puede tener un papel en la promoción de la longevidad, posiblemente a través de su impacto en la reparación celular, las propiedades antienvejecimiento, la salud cardiovascular y la regulación de la inflamación. Se necesita más investigación para comprender completamente el alcance de los efectos de la niacina sobre la longevidad, pero su innegable importancia en la salud de los niños la convierte en un nutriente al que vale la pena prestar atención desde las primeras etapas de la vida. Al garantizar una ingesta adecuada de niacina durante la infancia, podemos sentar las bases para un envejecimiento más saludable y una mejor longevidad en el futuro. La niacina, un nutriente vital, sirve como precursor para la síntesis de NAD, una coenzima involucrada en procesos celulares fundamentales. La investigación emergente sugiere que NAD y sus reguladores, como las sirtuinas, pueden desempeñar un papel fundamental en el proceso de envejecimiento. Al comprender el origen de la niacina, su papel en la producción de NAD y el impacto potencial en la longevidad, podemos desbloquear nuevas vías para intervenciones y estrategias contra el envejecimiento para promover un envejecimiento saludable.