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La Motivación Para el Éxito en los Niños:

Un Enfoque Multidimensional

El éxito no es un destino, sino un viaje lleno de disciplina, coraje, perseverancia y aprendizaje  constante. Experimentarlo es una ruta de vida, y es especialmente crucial durante la infancia,  donde los niños están formando las bases de su carácter y perspectiva de vida.
Más tarde en la vida, todos estaremos buscando afanosamente una ruta “segura” al éxito,  pero sin la preparación justa, los miedos nos van a privar del encanto de respirar y de vivir.
En el peor de los casos, nos convertiremos en amargados, fracasados de título e irrelevantes  para la vida y el Universo.

Disciplina de Vida

La disciplina de vida es un pilar fundamental para el éxito. No se trata de restricciones severas, sino de enseñar a los niños a tener autocontrol, a establecer metas y a trabajar de manera constante para alcanzarlas. La disciplina inculca en los niños la capacidad de diferenciar entre lo que quieren ahora y lo que es más importante para su futuro.

El Fracaso: Un Trampolín hacia el Éxito

“Si quieres tener éxito, prepárate para tener el doble de fracasos”. Esta frase encapsula una verdad fundamental: el éxito yace al otro lado del fracaso. Afrontar el fracaso no es un signo de debilidad, sino una oportunidad para convertirse en una persona más inteligente, que aprende de cada experiencia en lugar de vivir en el temor de continuar llamándolo fracaso.
El fracaso puede ser desalentador, pero es importante recordar que cada fracaso es una lección valiosa. Cada error es una oportunidad para aprender y crecer. En lugar de temer al fracaso, debemos abrazarlo y verlo como un paso necesario en el camino hacia el éxito.

Formando Niños Valientes y Seguros

El mayor acto de valentía al formar a un niño es convertirlo en una persona segura de sí  misma, humilde y dispuesta a aprender durante toda su vida. Un niño debe aprender que la palabra “fracaso” (que es lo que está en la boca de otros), no es más que un proceso de oportunidades. Al estudiar estas oportunidades y perderles el miedo, los niños pueden superarse y alcanzar el éxito.
Pero el éxito no es solo una meta a alcanzar, es un viaje. Y en el mejor de los casos, este viaje lleva a la plenitud: una vida de abundancia, servicio y felicidad. Al enseñar a los niños a ver el fracaso como una oportunidad de aprendizaje, les estamos dando las herramientas para vivir una vida plena y exitosa.

La Motivación

La motivación para el éxito en los niños es un tema multifacético que abarca la disciplina de vida, enfrentar sus miedos, la perseverancia y la capacidad de ver cada error como una oportunidad de aprendizaje. Al inculcar estos valores en nuestros niños, estamos preparándolos para una vida de éxito, plenitud y felicidad.

1. Disciplina de Vida:

Establecer un horario desde los primeros años, eso hará más fácil que organice un horario para estudiar todos los días después de la escuela, mostrando su disciplina y compromiso con sus metas académicas.

2. Enfrentar sus Miedos:

Dejar la casa para integrarse a las unidades escolares, colegios o escuelas, es un paso para el que muchos niños no han sido preparados, lo que puede afectar su enfoque en el concepto de lo que representa la escuela o el colegio (separación abrupta), siendo uno de los grandes terrores que le acompañen subliminalmente por el resto de su vida y en cada cambio, separación o intento de estudiar cualquier cosa. Habrá otros miedos, por supuesto, como el miedo de hablar en público, pero todos pueden alejarse, con acciones que requieren de la actividad de los padres, y, lamentablemente, también de los miedos de los propios padres.

Una solución (no la única ni posiblemente la mejor), va a ser la de integrar socialmente al niño con todo el núcleo familiar, que se acostumbre a estar en varias casas, con diferentes familiares, que le garanticen un entorno seguro. Luego, ampliando este espacio de relación, confort, seguridad y juego, a otros entornos, como clubs, grupos de desarrollo neurolingüística y reuniones sociales con otros niños de su edad, con los que posiblemente cursen juntos su escolaridad. Más adelante está la del niño que teme hablar en público, que se unió al club de debate de su escuela para superar este miedo. Con el tiempo, se convirtió en un orador confiado y ganó varios concursos de debate. Se puede abundar en ejemplos de perseverancia, disciplina y seguridad en si mismos.

3. Perseverancia:

Siempre buscar que el niño o niña, finalicen los juegos con éxito, batallando una y otra vez, hasta conseguirlo. Conozco al pequeño Liam, quien sin tutorías, pero perseverante, logró armar el cubo de Rubik él solo, luego de cientos de fallas, que solo le fueron orientando las maneras de no hacerlo, hasta que evitando esas fallas, consigue mover ahora los colores hacia donde él quiera a voluntad, y por supuesto, llenar los colores de los seis lados del cubo. De la misma forma deben colocar los aros en pirámide, hacer entrar las diferentes formas en los espacios vacíos de la esfera poliforme, armar con habilidad y con dominio todo juego didáctico y de colores que se les ponga, explicándoles lo mejor posible de la tarea. Los resultados en su vida escolar, vana marcar una diferencia hacia el éxito y felicidad de su hijo o hija.

4. Aprendizaje de los Errores:

Va a cometer más errores que logros, pero para cumplir con la meta 3, es necesario duplicar la tasa de fallas, si se desea un verdadero entrenamiento de aprendizaje. Pero para muchos padres, que se vean ellos mismos
en lugar de sus hijitos, pueden provocar que se termine el esfuerzo y de desanimarse, tanto el padre como lo va a lograr con su hijo. Por el contrario, recalco que se trata de ver el error como una oportunidad para aprender y mejorar su proyecto. Aunque tome tiempo.

5. Éxito y Fracaso:

Thomas Edison realizó miles de experimentos fallidos antes de inventar la bombilla eléctrica. Nunca se desanimó.

6. Servicio: El Camino hacia el Éxito

El camino hacia el éxito no es un camino solitario, sino uno que se recorre en compañía de otros.
La clave para alcanzar el éxito es servir. Servir implica entregar a diario una parte de ti para ayudar a los demás. Esto significa que nuestras acciones, labores y mentalidad deben estar siempre centradas en apoyar a las demás personas en algo que necesiten.

El servicio no es solo una acción, sino una mentalidad. Es entender que cada uno de nosotros tiene un papel único y valioso que desempeñar en la vida de los demás. Al ayudar a los demás, no solo estamos contribuyendo a su éxito, sino que también estamos cultivando nuestro propio crecimiento y desarrollo. 

Creo que a este punto, podrías ver en la Madre Teresa de Calcuta un ejemplo de Éxito, que no tiene contradicción. Además, el servicio nos permite convertirnos en expertos en nuestras respectivas áreas. Al dedicarnos a ayudar a los demás en algo que necesitan, nos convertimos en expertos en ese campo. Y al perseguir ser el mejor en lo que hacemos, no solo estamos mejorando nuestras propias habilidades, sino que también estamos proporcionando un valor inestimable a aquellos a quienes servimos.

Por lo tanto, el servicio es más que solo una acción. Es una forma de vida, una mentalidad y un camino hacia el éxito. Al servir a los demás, no solo estamos ayudando a otros a tener éxito, sino que también estamos construyendo nuestro propio camino hacia el éxito.

Identificando Miedos desde la Infancia

Los miedos en la infancia son comunes y forman parte del desarrollo normal de los niños. Sin embargo, es importante identificar y abordar estos miedos para ayudar a los niños a manejarlos de manera efectiva. Aquí te presento algunos puntos que ayudarte al formar a tu hijo:

1. Tipos de Miedos:

Los miedos varían según la edad y la etapa de desarrollo del niño. Por ejemplo, los bebés suelen tener miedo a los extraños, mientras que los niños pequeños pueden temer a la oscuridad o a los monstruos. Los niños mayores pueden tener miedos más realistas, como el miedo al fracaso o al rechazo. Los pleitos familiares y los divorcios. Escuchar la frase: “yo me voy a morir” o “ya no podemos más”.

2. Identificación de Miedos:

Los miedos pueden identificarse observando el comportamiento del niño.

Un niño puede mostrar signos de ansiedad, tener pesadillas recurrentes o evitar ciertas situaciones o actividades. Es importante hablar con el niño sobre sus miedos de una manera abierta y comprensiva.

3. Manejo de Miedos:

Una vez identificados los miedos, los padres y cuidadores pueden ayudar a los niños a manejarlos. Esto puede implicar la exposición gradual al objeto o situación temida, el uso de técnicas de relajación, o el fomento de habilidades de afrontamiento positivas.

4. El Papel de los Adultos:

Los adultos juegan un papel crucial en la identificación y el manejo de los miedos en la infancia. Al proporcionar un ambiente seguro y de apoyo, los adultos pueden ayudar a los niños a enfrentar sus miedos y a desarrollar resiliencia.
Lamentablemente, en algunos casos, incluso habrá abusos de todo tipo, que se convertirán en fóveas, mentalidad limitante y comportamientos antisociales, con la intención de compensarse de la utilización de personas al ser grandes y el conocido “no busco quien me la debe si no quien me la pague”, que arruinará, no solo la propia vida del niño lastimado o abusado, sino también la de otras personas ajenas en el futuro.

5. Impacto a Largo Plazo:

Si se manejan de manera efectiva, los miedos en la infancia pueden ser una oportunidad para el aprendizaje y el crecimiento. Los niños que aprenden a manejar sus miedos pueden desarrollar una mayor confianza en sí mismos, habilidades de afrontamiento efectivas y una mayor capacidad para manejar el estrés en el futuro. Pero recalco, que es un trabajo de familia, de un ambiente seguro, de perseverancia y de esfuerzo.

Enfrentando el Miedo en la Adolescencia y la edad adulta de tus hijos

Es cierto que manejar el miedo puede ser diferente cuando tu hijo o hija pasa de la infancia a la adolescencia o a la adultez. Los miedos pueden cambiar y evolucionar, y las estrategias para enfrentarlos también deben adaptarse. 

Podría narrarte la verdadera situación de migrantes hebreos en nuestro continente, y de la forma en que las convicciones, creencias, desarrollo familiar y fe, hacen cambiar sus entornos hacia un éxito difícilmente frenable en circunstancias inhóspitas, poco conocidas y menos reconocidas en conglomerados de nuestros pueblos y ciudades.

Una estrategia efectiva para manejar el miedo en estas etapas de la vida es la exposición gradual.

Si algo te da miedo, la idea es enfrentarlo de frente, hacerlo una y otra vez hasta que puedas hacerlo sin sentir miedo. Este enfoque se basa en la idea de que la familiaridad puede reducir el miedo. Al exponerse repetidamente a lo que temen, los adolescentes y adultos pueden aprender a manejar sus miedos y a reducir su ansiedad.
Por ejemplo, si un adolescente tiene miedo de hablar en público, podría comenzar practicando su discurso frente a un espejo, luego frente a un pequeño grupo de amigos o familiares, y finalmente frente a una audiencia más grande. Cada paso le permite enfrentar su miedo en un entorno controlado y seguro, y con cada éxito, su confianza crece.
Es importante recordar que este proceso lleva tiempo y requiere paciencia. El miedo no desaparece de la noche a la mañana. Pero con perseverancia, es posible superar nuestros miedos y convertirlos en fortalezas.

Aunque los miedos pueden cambiar a medida que nuestros hijos crecen, la capacidad de enfrentar y superarlos sigue siendo una habilidad valiosa para el éxito y la plenitud en la vida. El miedo, la fobia y la conducta limitante son términos que a menudo se usan en psicología, pero cada uno tiene un significado distinto:

1. Miedo:

El miedo es una respuesta natural y adaptativa que experimentamos ante una situación o estímulo que percibimos como amenazante o peligroso. Es una emoción básica que nos ayuda a protegernos y a reaccionar de manera adecuada frente a una posible amenaza. El miedo puede ser desencadenado por eventos concretos y se presenta como una respuesta temporal y proporcional a la situación de peligro.

2. Fobia:

Una fobia es un trastorno de ansiedad caracterizado por un miedo intenso, irracional y desproporcionado hacia un objeto, situación o actividad específica. A diferencia del miedo ordinario, la fobia se asocia con una respuesta de ansiedad persistente y excesiva, que puede interferir significativamente en la vida cotidiana de la persona que la padece. Las personas con fobias suelen evitar activamente las situaciones o estímulos temidos, lo cual puede limitar considerablemente su calidad de vida.

3. Conducta Limitante:

Una conducta limitante es un comportamiento o patrón de pensamiento que impide a una persona alcanzar sus metas o vivir su vida al máximo.
Estas conductas pueden ser el resultado de miedos o fobias, pero también pueden surgir de creencias negativas sobre uno mismo, falta de confianza, o patrones de pensamiento negativos. Al igual que las fobias, las conductas limitantes pueden restringir la vida de una persona y evitar que alcance su potencial.

Es importante recordar que, aunque estas tres cosas pueden estar relacionadas, no son lo mismo. Mientras que el miedo es una emoción normal y adaptativa, las fobias y las conductas limitantes son problemas que pueden requerir intervención profesional para superarlos.

Papás Enfrentando y Superando el Miedo: Un Plan de Acción

Identificar nuestros miedos es el primer paso para superarlos. Este proceso implica hacer un listado de nuestros miedos y priorizar cuáles son los más grandes que tenemos hoy. Al lado de cada miedo, escribimos cuál es el peor escenario posible de cada situación.
Este ejercicio debe hacerse con toda conciencia y coraje, decidiendo aceptar el peor resultado posible de cada una. Al enfrentar nuestros miedos de esta manera, podemos comenzar a tomar medidas para superarlos.
El siguiente paso es planificar acciones e iniciar un programa para modificar esos temores y esas posibles situaciones del peor escenario posible. Esto implica buscar soluciones a cada una de dichas situaciones y negarse a permitir que ninguna situación de miedo obscurezca nuestra vida, ni mucho menos que permanezca en ella por siempre.
Este proceso puede implicar muchas emociones y reacciones que deberemos frenar y cambiar.
Esto puede requerir la creación de nuevos hábitos y el desarrollo de un nuevo valor personal, basado en un pensamiento positivo al día, un cambio a la vez, repitiendo cada paso todos los días.

Y cuando fallemos, debemos volver a comenzar, revisar lo que nos hizo fallar, lo que nos haya vuelto a crear miedo; aprender, estudiarlo, y superarlo. No debe volver a pasar. En resumen, enfrentar y superar nuestros miedos es un proceso continuo de autoconciencia, coraje, planificación y acción. Al seguir este plan de acción, podemos transformar nuestros miedos en oportunidades para el crecimiento y el éxito.

Formando Niños Valientes: Un Camino hacia la Plenitud

El mayor acto de valentía al formar a un niño es convertirlo en una persona segura de sí misma, humilde y dispuesta a aprender durante toda su vida. Este proceso de formación implica enseñar a los niños que el fracaso no es más que un proceso de oportunidades.
Es esencial que los niños entiendan que lo que otros pueden llamar “fracaso” es, en realidad, una oportunidad para aprender y crecer. Al estudiar estas oportunidades y perderles el miedo, los niños pueden superarse y alcanzar el éxito. Sin embargo, el éxito no debe ser visto únicamente como el logro de metas o la obtención de reconocimiento externo. En el mejor de
los casos, este proceso llevará a los niños a la plenitud.

La plenitud es una vida de abundancia, servicio y felicidad. Es una vida en la que los niños, al convertirse en adultos, se sienten satisfechos no solo con lo que han logrado, sino también con las personas que se han convertido. Es una vida en la que el éxito se mide no solo en términos de logros personales, sino también en términos de contribuciones a la sociedad y al bienestar de los demás.

Formar a un niño para que sea valiente, seguro de sí mismo y humilde es un acto de valentía.

Al hacerlo, estamos ayudando a los niños a ver el fracaso no como un final, sino como un comienzo. Estamos ayudándoles a ver que cada error es una oportunidad de aprendizaje y que el verdadero éxito se encuentra en la plenitud de una vida vivida al servicio de los demás.

Aceptación de Errores y Corrección de Ruta

Cometer errores es un proceso que nos acompaña siempre, hagamos o no hagamos nada. Lo que estamos formando es la ruta hacia el éxito y esa ruta requiere del coraje para aceptar los errores, levantarnos con más energía, un ánimo renovado, la revisión consciente del error y el cambio en los pasos que lo produjeron. 

Búsqueda de Orientación y Crecimiento Espiritual

Buscar un mentor, alguien que nos oriente, nos escuche y nos ayude a escoger el camino, es una parte crucial de este viaje. Ser siempre espiritual es esencial, pues el Universo es esa parte de nosotros, en nosotros mismos, y también es esa parte que representamos en la inmensidad del cosmos. Ser bueno es fundamental, pero también debemos recordar que todos los miedos y las malas decisiones surgen del cansancio y de la falta de amor. Debemos ser benignos con nosotros mismos, darnos amor, descansar razonablemente, y avanzar.

Preparación Profesional y Servicio a los Demás

Tomarse el tiempo para prepararse en una profesión, cultivarla actualizándose recurrentemente, desear e imaginar siempre, que es esa profesión la que nos va a mantener de pie, en los momentos de fuertes vientos. Que nuestra profesión sea una de servicio a la necesidad constante en la vida, la rutina o el avance de muchas personas. Así, nada nos faltará.

Corrección de Decisiones y Creación de Oportunidades

Las personas exitosas no son aquellas que toman las  decisiones correctas todo el tiempo, sino  que son las que saben corregirlas, tomando una lección y creando una oportunidad de ellas. El éxito no se mide por la ausencia de fallos, sino por la capacidad de aprender de ellos y utilizarlos como trampolín hacia nuevas oportunidades.

La perseverancia es una cualidad esencial para el éxito. No importa cuántos obstáculos enfrentemos, la clave es mantenerse aprendiendo, estudiando y resolviendo problemas. Al final, el éxito es el resultado natural de esta dedicación inquebrantable.

La perseverancia no tiene límites. No importa cuántas veces fallemos o cuántas veces nos caigamos, siempre tenemos la capacidad de levantarnos y seguir adelante. Cada fracaso es una oportunidad para aprender y crecer, y cada desafío es una oportunidad para fortalecernos.

Así que, sigue adelante, sigue aprendiendo, sigue creciendo. El camino hacia el éxito puede ser largo y lleno de desafíos, pero con perseverancia, el éxito vendrá sin ninguna duda. ¡Sigue adelante!

Técnicas sugeridas:

1. Establece Metas Claras: Tener una visión clara de lo que quieres lograr es el primer paso hacia el éxito. Tus metas deben ser específicas, medibles, alcanzables, relevantes y limitadas en el tiempo (SMART, por sus siglas en inglés).

2. Desarrolla Habilidades de Resiliencia: El camino hacia el éxito a menudo está lleno de obstáculos. La resiliencia, o la capacidad de recuperarse de las dificultades, es una habilidad crucial para el éxito.

3. Mantén una Actitud Positiva: La actitud puede marcar una gran diferencia. Mantén una actitud positiva, incluso cuando te enfrentes a desafíos. Recuerda que cada obstáculo es una oportunidad para aprender y crecer.

4. Nunca Dejes de Aprender: El aprendizaje continuo es clave para el éxito. Ya sea que estés adquiriendo una nueva habilidad, ampliando tu conocimiento en tu campo o explorando un nuevo interés, el aprendizaje constante te mantendrá adaptable y relevante.

5. Cuida tu Salud: La salud física y mental son fundamentales para el éxito. Asegúrate de cuidar tu cuerpo con una alimentación adecuada, ejercicio regular y suficiente descanso. También cuida tu salud mental practicando técnicas de manejo del estrés y dedicando tiempo a las actividades que disfrutas.6. Construye Relaciones Fuertes: Las relaciones son una parte importante del éxito. Ya sea que se trate de colegas, mentores, familiares o amigos, tener una red de apoyo sólida puede proporcionarte valiosos consejos, oportunidades y apoyo emocional.
7. Sé Auténtico: El éxito no significa conformarse con las expectativas de los demás. Sé fiel a ti mismo y a tus valores. El éxito que viene de ser auténtico es el más gratificante.

Ten en mente que el éxito es un viaje, no un destino. Disfruta del proceso y celebra cada pequeño logro en el camino.
Un poco de ayuda para los padres mismos desde la Programación Neurolingüística: Aquí tienes algunos ejemplos de metas SMART:.

1. Fitness:

“Para el final de este año, me comprometo a correr una maratón completa de 42 kilómetros, entrenando al menos cuatro días a la semana y aumentando gradualmente mi distancia de carrera en un 10% cada semana.”

2. Finanzas:

“Obtendré mi certificación en programación Python en los próximos seis meses al completar un curso en línea de 20 horas y estudiar al menos dos horas cada semana.”

3. Educación:

“Obtendré mi certificación en programación Python en los próximos seis meses al completar un curso en línea de 20 horas y estudiar al menos dos horas cada semana.” 

4. Carrera:

“Seré promovido a gerente de proyecto en mi empresa dentro de dos años al tomar cursos de liderazgo, asumir roles de liderazgo en proyectos actuales y recibir comentarios positivos en mis evaluaciones de desempeño.”

5. Salud personal:

“Perderé 10 kilogramos en los próximos seis meses al hacer ejercicio cinco días a la semana y seguir una dieta balanceada de 2,000 calorías al día.”.

Estos son solo algunos ejemplos. Las metas SMART son Específicas, Medibles, Alcanzables, Relevantes y Limitadas en el tiempo. Estos elementos te ayudarán a establecer metas claras y alcanzables.

No hay mejor manera de ilustrar a nuestros hijos, que nuestro propio ejemplo. Así que junto a ellos vayamos por nuestro propio enfoque personal y logremos una familia exitosa.

Si sigues estos consejos, fracasando y cometiendo errores te vas convertir en una persona más
inteligente, más experimentada y puedes llegar a convertirte incluso en un Mentor para la vida
de otros.