Dirigida por el Dr. Li Jiang y Xuan Li, la revisión tuvo como objetivo caracterizar los síntomas
que duran al menos tres meses después de la infección en niños y adolescentes. Y del cual
puedo resumir:
El estudio evaluó 31 estudios de investigación separados que abarcaron datos de 15,000
pacientes. Es importante señalar que hubo una heterogeneidad considerable entre estos
estudios en cuanto a los criterios de selección de pacientes y los métodos de recolección de
datos. Algunos estudios se centraron exclusivamente en pacientes hospitalizados con COVID-
19, mientras que otros incluyeron casos hospitalizados y no hospitalizados. Los métodos de
recolección de datos variaron desde encuentros clínicos en persona hasta encuestas y
entrevistas telefónicas. Además, ninguno de los estudios se basó en la población, lo que
dificulta determinar con precisión la prevalencia general de síntomas prolongados en la
población pediátrica (según algunos criterios de exigencia, que plantea alguien que ignoro, pero
que suelen tener la tendencia a bloquear la mente del lector, sin presentar ellos su propio
estudio más grande o con los detalles que piden. Recordemos que ahora con la Inteligencia
Artificial y Los Grandes datos. Eso es alcanzable en poco tiempo).

Además, la falta de grupos de control en muchos estudios limita la capacidad de atribuir
definitivamente ciertos síntomas a la infección por COVID-19 en lugar de factores relacionados
con la pandemia, como el cierre de escuelas o las interacciones sociales limitadas (?).