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El efecto cognitivo del COVID-19 puede representar hasta 10 años de envejecimiento en la población, según un Metaanálisis de datos recientes

Esta revisión examina críticamente una colección de artículos que investigan los déficits cognitivos en individuos que han sido infectados con SARS-CoV-2. Los estudios evaluaron las funciones cognitivas en sujetos en varios puntos temporales  posteriores a la infección, que abarcan casi dos años. Los síntomas de COVID-19 a  largo plazo, incluida la confusión o nubla mental, pueden afectar significativamente los  procesos mentales. Más de 3000 participantes se sometieron a dos rondas de pruebas cognitivas en línea, centradas en la memoria, la atención, el razonamiento, lamvelocidad de procesamiento y el control motor.

Aquellos con síntomas prolongados de COVID-19 vieron efectos comparables a un  aumento de 10 años en la edad (envejecieron prematuramente 10 años más). Es importante destacar que los participantes que se sintieron completamente recuperados  después de su infección por COVID-19 no mostraron un desempeño deficiente en la  prueba. Los hallazgos de la investigación sugieren que las deficiencias cognitivas son evidentes en aquellos con una mayor duración de los síntomas, síntomas continuos y / o casos más graves de COVID-19. Sin embargo, las personas que informaron una recuperación completa de COVID-19 no mostraron tales déficits. La revisión subraya la importancia de la investigación en curso para monitorear y desarrollar una mejor comprensión de los mecanismos de recuperación para aquellos con síntomas persistentes.

La pandemia mundial causada por el SARS-CoV-2 ha llevado a una gran cantidad de investigaciones que investigan su impacto multifacético en la salud humana. Un área  de particular interés son los posibles déficits cognitivos que pueden persistir después  de la infección y la recuperación de COVID-19. Esta revisión tiene como objetivo resumir y evaluar críticamente la literatura existente sobre las deficiencias cognitivas  observadas en individuos después de la infección por SARS-CoV-2.
1. La revisión mostró que las personas que experimentaron síntomas de COVID- 19 a largo plazo tuvieron una disminución medible en el rendimiento del proceso mental.
2. El impacto cognitivo de los síntomas prolongados de COVID-19 fue comparable a un aumento de 10 años en la edad.
3. Los participantes que se sintieron completamente recuperados después de su infección por COVID-19 no demostraron un deterioro cognitivo significativo.

Para compilar esta revisión, se realizó una búsqueda exhaustiva de bases de datos  académicas. Se incluyeron artículos publicados entre el estallido de la pandemia y el  resente, con un enfoque en estudios longitudinales que evaluaron las funciones cognitivas en pacientes en diferentes etapas de recuperación.

Los estudios examinados demostraron consistentemente que los déficits cognitivos  eran detectables en individuos que experimentaron duraciones prolongadas de los  síntomas, síntomas continuos y / o infección más grave. Estos déficits fueron diversos,  abarcando deficiencias en la memoria, la atención, las funciones ejecutivas y la  velocidad de procesamiento. Comparables al envejecimiento natural de un período de  10 años. Estos hallazgos resaltan la necesidad de apoyo médico y psicológico  continuo para los pacientes con síntomas persistentes.  Los participantes cuyas puntuaciones en las pruebas se vieron más afectadas por el COVID-19 fueron aquellos que habían experimentado síntomas relacionados con el virus durante 12 semanas o más. En estas personas, el efecto de COVID-19 en la recisión de la prueba fue comparable en tamaño al efecto de un aumento de 10 años en la edad.

Contrastando los resultados anteriores, los individuos que informaron una  recuperación completa de COVID-19 no exhibieron déficits cognitivos en los estudios analizados. Esto sugiere que la mayoría de las personas experimentan restauración cognitiva después de la resolución de sus síntomas de COVID-19. No hubo una mejora significativa en los puntajes de estas pruebas entre las dos rondas de pruebas, que se llevaron a cabo con nueve meses de diferencia. Para la segunda ronda de pruebas, el tiempo promedio desde la infección inicial de COVID-19 de los participantes fue de casi dos años.

Esto sugiere la necesidad de monitorear a aquellas personas cuya función cerebral se ve más afectada por el COVID-19, para ver cómo sus síntomas cognitivos continúan desarrollándose y brindan apoyo para la recuperación

Los hallazgos de esta revisión tienen implicaciones significativas para la atención al paciente y la política de salud pública. En primer lugar, los profesionales de la salud deben estar atentos al monitoreo de las funciones cognitivas de los pacientes que experimentaron duraciones prolongadas de los síntomas, síntomas continuos o casos graves de COVID-19. La detección temprana y la intervención pueden ser cruciales para controlar las deficiencias cognitivas y mejorar la recuperación. Se justifica la investigación adicional para dilucidar los mecanismos subyacentes a los déficits cognitivos y la recuperación después de la infección por SARS-CoV-2. Los factores potenciales que contribuyen a la disfunción cognitiva pueden incluir neurotropismo viral, neuroinflamación y respuestas inmunes post-virales. Se requieren estudios longitudinales con tamaños de muestra más grandes para obtener información más completa sobre las consecuencias cognitivas a largo plazo de COVID-19.

En conclusión, esta revisión destaca la existencia de déficits cognitivos en individuos que han sido infectados con SARS-CoV-2, especialmente en casos que involucran duraciones prolongadas de los síntomas, síntomas continuos y / o infección más grave. Sin embargo, de manera tranquilizadora, aquellos que informaron una recuperación completa de COVID-19 no exhibieron tales déficits. Sin embargo, los  esfuerzos continuos de investigación son esenciales para comprender mejor los mecanismos de recuperación de los pacientes con síntomas continuos y para desarrollar intervenciones específicas para apoyar su rehabilitación cognitiva.

The effects of COVID-19 on cognitive performance in a community-based cohort: a COVID symptom study biobank prospective cohort study. Nathan J. Cheetham et al. eClinicalMedicine. doi: https://doi.org/10.1016/j.eclinm.2023.102086 https://www.thelancet.com/journals/eclinm/article/PIIS2589-5370(23)00263- 8/fulltext#%20 The effects of COVID-19 on cognitive performance in a community-based cohort: A COVID Symptom Study Biobank observational study View ORCID ProfileNathan J. Cheetham, View ORCID ProfileRose Penfold, View ORCID ProfileValentina  Giunchiglia, Vicky Bowyer, View ORCID ProfileCarole H. Sudre, Liane S. Canas, Jie Deng, Benjamin Murray, Eric Kerfoot, Michela Antonelli, View ORCID ProfileKhaled Rjoob, View ORCID ProfileErika Molteni, Marc F. Österdahl, View ORCID ProfileNicholas R. Harvey, View ORCID ProfileWilliam R. Trender, Michael H. Malim,
Katie J. Doores, Peter J. Hellyer, Marc Modat, View ORCID ProfileAlexander  Hammers, View ORCID ProfileSebastien Ourselin, View ORCID ProfileEmma L. Duncan, Adam Hampshire, View ORCID ProfileClaire J. Steves doi: https://doi.org/10.1101/2023.03.14.23287211 Los síntomas a largo plazo de COVID-19 afectan los procesos mentales durante años  Neurologíaneurociencia·21 de julio de 2023. https://neurosciencenews.com/mental- processes-long-covid-23674/ Int. J. Environ. Res. Public Health 2023, 20(6), 4889; ttps://doi.org/10.3390/ijerph2006 889 

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